Estos crímenes se ilustran con una serie de imágenes y alcanzan la categoría de ilustrados porque nos remiten al tejido social de donde proceden. En «Fraternidad», un joven asesino a sueldo bucea en una saga familiar; en «Un tigre al acecho», el amigo fiel aborda el fracaso de una pareja de triunfadores como una sucesión de episodios de película; «Traviata» establece un inesperado paralelismo entre la protagonista de la ópera de Verdi y la soprano que representa el papel; y en «Viaje de inspección por la zona norte», un personaje salda cuentas con quienes lo han convertido en un cadáver ambulante. Álvaro del Amo compone aquí un cuarteto de estilos complementarios, literatura en contrapunto que recuerda las mejores piezas de cámara.