El inspector Maigret llega a la localidad de
Concarneau para investigar el intento de asesinato
de uno de los prohombres del pueblo.
En mitad de las pesquisas, una serie de sucesos
confusos parecen indicar que un asesino imparable
trama una venganza colectiva. La única
pista que parece firme es un perro canelo
que nadie había visto antes y que merodea por
el vecindario.