Todos los profesionales del ámbito laboral, asesores y abogados laboralistas, empresarios, departamentos de Recursos Humanos, etc., tienen la constante necesidad de redactar documentos, desde el más complicado recurso hasta una simple comunicación informativa dentro de la empresa. En todos los casos, la forma de hacerlo tiene efectos directos e indirectos.
La falta de tiempo por un lado, pero sobre todo la constante evolución de la legislación laboral hacen que sea difícil tener la máxima seguridad en su redacción para no cometer errores.