En toda obra literaria se afirma una realidad formal independiente de la lengua y del estilo: la escritura considerada como la relación que establece el escritor con la sociedad, el lenguaje literario transformado por su destino social. Esta tercera dimensión de la forma tiene una historia que sigue paso a paso el desgarramiento de la conciencia burguesa: de la escritura transparente de los clásicos a la cada vez más perturbada del siglo XIX, para llegar a la escritura neutra de nuestros días. Esta relación entre literatura e historia (entre el escritor y la sociedad) aparece ilustrada en el presente volumen por estudios sobre diversos autores: de La Rochefoucauld y Chateaubriand, a Flaubert, Proust, Verne y Loti.