En un pequeño pueblo al pie de una montaña, un hombre, gran conocedor de las rutas que permiten cruzar la frontera, añade la actividad de pasador de clandestinos a su oficio de escultor. Pero no les cobra, y uno de esos viajeros, escritor, escribe sobre él, lo que llama la atención de los medios y lo obliga a mudarse junto al mar. Allí, un cura le propone una tarea bien particular: restaurar una cruz de mármol, un Cristo vestido con un paño al que deberá dotar de sexo. Reflexión sobre lo sagrado y lo profano, sobre el lugar de la religión en nuestras sociedades, La natura expuesta es una novela densa y poderosa.