Este libro se publicó en 1996, cuando Luis Alberto de Cuenca ya había sido reconocido como uno de los principales poetas en lengua castellana, pero la edición completa y definitiva data de 2002. Su autor avanza en el estilo de línea clara iniciado en "La caja de plata", irónico y trágico a la vez, moderno y clásico al mismo tiempo, que abrió nuevos cauces de expresión a la poesía española contemporánea. A partir de "Por fuertes y fronteras", la nostalgia, la evocación de un pasado perdido, adquiere mayor fuerza en los versos de Luis Alberto. No está ausente el sentido del humor, pero domina en ellos un sentimiento de pérdida, un desolado aliento de Mordor que, en mayor o menor medida, estará presente desde entonces en sus creaciones futuras.