El grupo no es una opción para el ser humano, es su condición. La propia psicología de los individuos es conformada a través de los grupos de los que forma parte. No se puede entender al ser humano si no se presta atención a sus grupos. El proceso de convertirse en persona es una experiencia en la que el grupo ocupa un lugar privilegiado. Este hecho provoca que cualquier profesional dedicado a la psicología y a otras ciencias sociales deba estar interesado en esta disciplina, tanto en su vertiente teórica como aplicada.
La psicología de los grupos ha llevado a cabo un análisis exhaustivo de los procesos y estructuras grupales. Ha tenido como objetivo no sólo un conocimiento teórico, sino también ha pretendido desarrollar técnicas grupales para la intervención en cualquiera de los campos aplicados de la psicología y de otras disciplinas. Junto al interés de intentar comprender y conocer la realidad de los fenómenos grupales y junto al interés por la influencia de los grupos en la conformación psicológica de sus miembros, la dimensión práctica también ha sido uno de los principales motores de la praxis de la psicología de los grupos. No es posible una adecuada intervención grupal desconociendo los fundamentos psicosociales de los grupos: los elementos de su estructura y sus procesos.