Todos saben en el barrio que las llamadas no sirven para nada, que son un invento para transar y curtir y robar guita dándoles estampitas a los turistas, a los universitarios, a los ex comunistas que curran de publicistas, a las nenitas de la Católica, a los cantantes populares. Las llamadas, ese desfile carnavalero que hacen los negros una vez por año con el verso de las raíces africanas, de los tambores, del candombe. Ese verso que compran los turistas, la MTV, los estudiantes, el museo del carnaval.
Todos sabemos, también, que el Seba es el menos afín a cualquier tipo de manifestación popular. Solamente el fútbol le gusta, pero por televisión, con replay, cámara lenta, Telebean, Macaya Márquez.