Del autor de estos relatos se puede decir que es un hipster genuino.
Los hipsters, precursores de la generación beat, eran gamberros sin oficio
ni beneficio, músicos de jazz con la trompeta empeñada, poetas sin lectores
y locos de atar, alejados voluntariamente de las celdillas de la colmena
urbana y del contrato social.
Toda la escritura de Miquel Silvestre, animada de un sólido humor negro,
una prosa certera y unos desenlaces musculosos, retrata con fidelidad
su cabal y exacto conocimiento de ese sinsentido, pero sin que ello suponga
un salvoconducto para la apatía o la parálisis. Sí, tal vez, para un nihilismo
misántropo e irónico.
En la presente selección de relatos se hace aún más nítido ese pensamiento
artístico, imbuido de un cinismo redentor que sin embargo cobija una sensibilidad
sincera, poética pero alérgica a la afectación.
Conforman este libro breves piezas desesperadas por entre las cuales
se agitan unos personajes hilarantes y emotivos, que se apresuran a escapar
de sí mismos.