Tolstói narra, con su genio habitual, la historia de una pequeña estafa, un delito sin importancia. El dinero conseguido de forma tan poco honrada irá pasando de mano en mano, llevando la ruina y la desgracia a cuantos lo toquen. Este cuento, cruel y oscuro, con apariencia de drama social, sorprende por la modernidad de su estructura y la agilidad de su narración.