"A los perspicaces maestros de la enseñanza no se les escapó jamás la idea de la importancia que tiene la educación especial de las manos a través de los sentidos vidual, táctil y estereognóstico. Esta importancia debió comprenderla Froebel cuando, aprovechando la tendencia natural del niño, desde su más tierna edad a ocuparse en dar a un pedazo de papel mil formas semejantes en su fantasía a objetos inanimados o a seres vivientes, introdujo los trabajos manuales en papel en sus Jardines de la Infancia, dándole así a su enseñanza un carácter particular y el rango que merece como fator de intrucción esencialísimo en la escuela moderna" (Dr. Montero)