Casi treinta años después de la desaparición de la URSS, la nueva Rusia de Vladimir Putin reclama de nuevo su estatus de superpotencia acompañada por un fuerte renacimiento del nacionalismo ruso. Un nacionalismo que hunde sus raíces en la Rusia zarista, en mitos fundacionales de la época soviética como la Gran Guerra Patria, en los grandes clásicos de literatura rusa, sin olvidarse de disidentes como Alexander Solzhenitsyn. Las señas de identidad del homo sovieticus no han desaparecido, se han transformado, han mutado en un nuevo sentimiento identitario que, sin querer recuperar la crítica socialista al capitalismo, cuestiona los valores de la democracia liberal. Este libro narra la génesis histórica del nacionalismo ruso actual, a través de un análisis incisivo, inteligente, lúcido; un texto imprescindible para comprender los cambios que atraviesa ese país multinacional y complejo, que continúa siendo una potencia nuclear.