Emilio es el hermano mayor de Paula. Se han quedado solos en casa. Papá ha bajado a comprar al súper y mamá todavía no ha regresado del trabajo. De pronto, Emilio se pone a toser. No se encuentra bien. Parece que ha cogido la gripe. A Paula le preocupa la tos de su hermano. Como el papá y la mamá no están y Emilio parece que empeora, Paula lo acuesta y le prepara un zumo de pomelo con un poco de miel. Sabe que eso es bueno para los resfriados. Vaya, parece que a Emilio el zumo le ha sentado de maravilla y le ha abierto el apetito. Ahora le pide a su hermana que le traiga pasteles. ¡Caramba! Se ha comido seis y todavía pide otro más. Por fin parece que esté mejor. Emilio ahora parece que tiene sueño. Mete al osito en la cama, a su lado. Paula los arropa y se duermen. «El súper estaba lleno y se me ha hecho tarde», exclama el papá al entrar en casa. «¿Dónde estáis?», pregunta al ver que los pequeños no están en el salón.
