A los diecisiete años, Mathéo Walsh parece tenerlo todo. Es un campeón de salto y tiene una prometedora carrera deportiva. Es atractivo, buen estudiante, tiene amigos y vive en una de las mejores áreas de Londres. Y lo más importante de todo: está muy enamorado de su novia, Lola. Siempre ha sido un buen chico. Hasta el fin de semana en que todo cambia? pero del que no recuerda nada. Ya no sabe cómo disfrutar, no quiere pasar tiempo con sus amigos ni tampoco bajo el agua, su elemento natural hasta ahora. Poco a poco, Mathéo se verá obligado a recuperar la memoria y lo que emerge es el retrato de un monstruo.