«Eso que trajo la dictadura nos persigue porque nos define. Y no se va a ir nunca», le dice Francisco a Diego el día de su reencuentro en Lima. Han pasado casi diez años desde que se fueron de Perú, huyendo de sus vidas en un país desfigurado por la violencia y la incertidumbre. De Nueva York a Londres, entre la evasión y el desenfreno, el recuerdo les traerá de vuelta sus aventuras veraniegas en la Europa efervescente del nuevo milenio: viajes promiscuos en los que, además del alcohol, la cocaína y las fiestas non-stop, cultivaron una extraña adicción a los trickies, tríos sexuales en los que la única regla sagrada era no tocarse entre ellos. Un episodio traumático en Berlín entre Francisco, una bella prostituta y una oscura banda de delincuentes metaleros (Los turcos) destrozará la vida exagerada de ambos amigos y hará reaparecer los fantasmas ocultos de ese pasado de violencia que creían muerto.
¿Qué pasó realmente esa noche delirante en Alemania? ¿Por qué ninguno de los dos volvió a mencionar el hecho? ¿Salió Francisco indemne de la agresión o fingió por vergüenza? ¿De verdad llegó a ocurrir algo?
Tras la repentina desaparición de Francisco, algunos años después de haber coincidido en Lima, la necesidad obsesiva de descubrir la verdad lleva a Diego, que ahora vive en París y no logra avanzar con la escritura, tras los pasos de la única persona que podría saberla: una enigmática mujer que llegó a Francia huyendo, el centro luminoso de esta historia de amores y traiciones, asesinatos y desapariciones, enigmas policiales e intrigas políticas.
Ambientada en Perú dentro del marco histórico de la posdictadura, La procesión infinita es una novela dura y conmovedora, divertida y vertiginosa, sobre la amistad y la imposibilidad del amor en un país en duelo permanente, enfermo por las secuelas de una dictadura que se acabó pero nunca se fue, que se derrumbó pero, dentro y fuera de los personajes de este libro, vive y persiste.