Los seguros aéreos, a diferencia de otras modalidades asegurativas, han sido una figura escasamente estudiada por la doctrina científica, tanto en el panorama internacional como, especialmente, en el ámbito nacional. A ello se añade que en las raras ocasiones en que se ha abordado su tratamiento han venido siendo relegados a un mero apéndice de los seguros marítimos, con los que, sin embargo, presentan destacables diferencias de régimen. Tal abandono contrasta considerablemente con la creciente expansión de la industria aérea, y con el papel esencial que la concertación de dichos seguros representa para el desarrollo de la indicada actividad. Prueba de ello es la paralización del tráfico aéreo que se produjo a raíz de la cancelación de coberturas que tuvo lugar tras los atentados del 11-S. La concreción de los requisitos que deben cumplirse al suscribir con carácter obligatorio ciertos seguros aéreos por parte del Reglamento (CE) núm. 785/2004 ha supuesto un paso importante como medida de protección de los pasajeros aéreos, si bien aún hay algunas cuestiones que no han quedado resueltas en esta normativa. De ellas y de otras muchas se ocupa la presente monografía, la cual pretende acercar esta desconocida materia a profesionales y estudiosos interesados en este sector del seguro.