¿Te imaginas lo divertido que sería ser otra persona por un día? Podrías hablar, vestir, comer e incluso pensar de otra forma. Descubrirías un mundo distinto, pero también que, en el fondo, somos más parecidos de lo que pensabas... Si acompañas a los protagonistas de estos tres relatos y a sus amigos, lo comprobarás.