¿PARA QUÉ LEER?
¿Qué es lo que nos anima, nos impulsa, nos moviliza, nos sacude para abrir un libro, uno cualquiera? ¿Uno que nos hable como si nos estuviese esperando?
Leer es una capacidad exclusiva de los seres humanos, es un bien, una virtud que nos abre al entretenimiento y a la evasión, al conocimiento y a la reflexión, pero sobre todo, y más allá del placer o la erudición, a un diálogo con el que encontraremos la razón de nuestra existencia.
Si, como dice Gert Biesta, educar es provocar en el otro la inquietud de existir como sujeto adulto en el mundo, tenemos por delante el gran reto y la responsabilidad de legar a nuestros jóvenes esta maravillosa herramienta para que puedan encontrar su papel en la sociedad. Como adultos implicados a cualquier nivel en la educación, además, tenemos el deber de alcanzar un pacto social por la lectura.
En este libro encontraremos reflexiones, sí, pero también propuestas y referencias para provocar en los jóvenes la inquietud por leer a través de múltiples vías en las que se pueden desenvolver con facilidad. Las artes nos ofrecen una amplia gama de posibilidades de expresión.
En palabras del pedagogo Loris Malaguzzi, el niño tiene cien lenguajes y le robamos noventa y nueve. Hemos de devolvérselos.
¡Mostrémosles PARA QUÉ LEER!