Tenía que encontrar un marido... ¡y rápido!
Piper O'Malley siempre recurría a Gabe cuando necesitaba un consejo. Por eso, cuando descubrió que perdería su casa a menos que se casara, lo más lógico fue acudir a él, que era un hombre atractivo y con mucha experiencia. ¿Quién mejor que él para enseñárselo todo sobre el arte de la seducción?
Gabe no consideraba bueno para ella a nadie del pueblo. Cuando decidió darle algunas lecciones para atraer a los hombres, no pensó que surgiría tal atracción entre ellos. Después de aquello, no podía soportar la idea de que empezara a salir con nadie. ¿Debía intervenir y demostrarle qué era exactamente lo que ella necesitaba?