Su primer viaje, el que la llevó de Ecuador a Argentina, cobró un sentido muy especial apenas unos días antes de iniciarse, cuando la autora, por una feliz e insospechada casualidad, se reencontró con un libro que había escrito hacía muchos años, y en cuya primera página había una dedicatoria que ni siquiera recordaba haber escrito: un mensaje para su querida abuela. Así es como un simple viaje toma de manera repentina una nueva dimensión y una motivación nueva, la de vivir, descubrir y recuperar todos aquellos lugares que transitara su abuela.
La segunda gran casualidad es la que en realidad da origen a este libro. El encuentro en un grupo de escritura entre la maestra, la misma autora, y un alumno, un hombre ya mayor, culto y perteneciente a una buena familia. Un hombre distanciado de su familia y que necesita tenerla cerca una vez más. Le pide a la autora que le escriba un relato familiar que haga posible lo que la realidad no ha conseguido. En pago por ese inmenso favor que le pide el hombre promete a la autora financiarle esa vuelta al mundo. Una vuelta al mundo que al final se descubriría un mundo en sí misma y para la autora.
Flavia Company culmina el proyecto que inició con Haru y continuó con Magokoro.