Una pared. Un escalador. Ascensión y descenso forman parte de una extraña coreografía que se desarrolla en mitad del desierto.
Una especie de dedo esculpe a fuego en la piedra los puntos cardinales que servirán de guía a un pueblo.
Una historia, entre tantas otras historias que esconden los siglos, desborda los límites humanos. Porque nunca basta con llegar a la tierra prometida. Porque siempre están, como compañeros de camino, el vértigo de lo alto y la palabra sin genealogía conocida.