Luz en la arena, el primer tomo de «Las cosas que un hombre ha hecho», ciclo autobiográfico novelado que Roger Wolfe irá publicando a lo largo de los próximos años, narra la infancia del autor en Alicante, en las décadas de 1960 y 1970.
Un mundo ido, visto a través de los limpios ojos asombrados de un niño inglés trasplantado a la España del tardofranquismo e injertado en un peculiar y divertidísimo microcosmos de chiflados expatriados británicos, que deambulan por las páginas del libro perpetrando todo tipo de excéntricas majaderías.
En un estilo fresco, diáfano y ágil, rico a un tiempo en matices y tonalidades pictóricas, el autor nos transporta a sus años de educación escolar con los jesuitas, y a los interminables veranos de dicha y de luz, los crepusculares otoños y los rutilantes inviernos del Levante español, relatando las curiosas experiencias de una familia anglosajona que encontró sus días de vino y rosas entre los claros y las sombras del memorable Spain is different de la época.
El protagonista de Luz en la arena nos hace vivir con él las peripecias de una galería de entrañables personajes en la que no faltan héroes de leyenda popular o televisiva (desde el Lute hasta el campeón de boxeo, Urtain; desde Félix Rodríguez de la Fuente hasta el mítico ciclista, Eddy Merckx) y un elenco de inolvidables «secundarios» que nos devuelven al pasado en un magistral como decíamos ayer preñado de alegre nostalgia y fecundo de profundidad y amor.